Visiones sapienciales (Ru’a al-Ma’rifiah)

Un estudio de la metafísica islámica en diversos contextos humanos

Dr. Abdulwali Amílcar Aldama

Sistema de los tres círculos existenciales

 En la filosofía occidental del siglo XX comenzó a perfilarse la llamada crisis de la metafísica contemporánea en las corrientes de la filosofía anglosajona, dígase el neopositivismo lógico y la filosofía analítica, en las corrientes de la filosofía continental, en especial Heidegger, la escuela de Frankfurt y los pensadores postmodernos. Dicha crisis va de la mano de la entronización del sistema del liberalismo y otras corrientes político sociales, que entran en franca pugna contra los paradigmas de orden metafísico y religioso en el contexto occidental.  

En que se basa el pensamiento metafísico

El materialismo no es el camino a la verdad. La metafísica empieza con la inconformidad con los datos de la verdad que brida el materialismo. El problema del materialismo se encuentra en sus límites, aunque su método no sea errado en su totalidad. Por tanto, esta línea de pensamiento no es un espejo de la realidad. Las corrientes no metafísicas están limitadas por no reflejar la totalidad de la realidad, por lo que se impone un cambio de paradigma de la visión materialista a la metafísica.

En la praxis común el comercio, por ejemplo, puede ser visto desde una perspectiva materialista, donde el comercio deriva en la búsqueda del ingreso del capital sin ninguna atadura ética, lo cual conlleva a lo “haram” o ilícito, la usura, el robo y la estafa para tener una ganancia de cualquier modo posible. En el orden metafísico el comercio se da en una profunda comparación de lo que es “haram” o ilícito con lo que es halal o permitido.

La base del pensamiento metafísico se da en la dualidad de verdad y realidad, que contempla la relación sustancia y accidente. La realidad deriva en el hecho (lo que ocurre) y la verdad es sinónimo del derecho (lo que es, lo que debería ser). Un ejemplo de ello se puede dar en la historia del islam, Abu Bakr fue el primer califa y su gobierno se dio en ese contexto dentro de lo real, pero Imam Ali (P) era el sucesor del Profeta (PB) por derecho, por lo que es el califa verdadero. La realidad refleja lo aparente, lo perceptible a medias. La verdad refleja por otro lado lo que es, lo que debería ser.

El pensamiento metafísico comienza cuando sabemos que la realidad que percibimos es solo una imagen de algo verdaderamente real (lo demás es una imagen). El mundo de la existencia esta mas allá.

Observemos la frase coránica” No hay poder ni fuerza sino en Dios”

لا حول و لا قوة الا بالله                                                      

La palabra poder (jaul) es equivalente a trasformación, cambio, peligro, movimiento, en otras palabras, es el mundo material. Por su parte la palabra fuerza (al quwwah) es equivalente a lo que es en sí, lo que está detrás del poder, al mundo metafísico.

El siguiente texto tiene como objetivo realizar una aproximación al texto Rua Al Marifia del filósofo contemporáneo Kamel al Hashemi, de cuyo estudio tuve la oportunidad de recibir por medio de las clases de filosofía del profesor argentino/libanes Dr. Suhail Assad.

Kamel Al Hashemi nació en Bahréin y estudió en seminarios teológicos de Qom. Es un seguidor de la filosofía trascendente (Hikma Mutaliah) de Sader ad-Din Muhammad Shirazi conocido como Mulla Sadra. En su texto Ru’a Al-Marifia o Visiones Sapienciales (Ru’a plural de Ru’ia, visión, sueño, En el Corán se refiere en este término cuando habla de los sueños de José.) clarificó varios tópicos de la filosofía sadriana llevado a diversos contextos como el metafísico, místico, ético, jurídico, político educativo y social.

Distintos sistemas existenciales, distintos universos existenciales

Desde el punto de vista de la filosofía sadriana la Creación parte desde Dios como un descenso existencial, toda la potencia creadora esta en Dios y la hace descender en forma de arco (النزول    قوسqaus nuzul o arco descendente). La tarea del ser humano es regresar en un arco ascendente (قوس الصعود) hacia su origen. La existencia desciende en círculos, en distintas dimensiones y cada una son esferas de la realidad. En este descenso existencial hay un debilitamiento del ser, ya que se va des categorizando lo que deriva en la existencia de varios mundos. (Para el filósofo Dios es ser trascendente, para el místico Dios es ser trascendente e inmanente)

Estos mundos en descenso reflejan la realidad existencial general y se estructuran en cuanto a su división en tres mundos o existencias (منظومة الدوائر الوجودية الثلاث):     

•           El mundo del intelecto (العالم العقلي)

•           El mundo intermedio (العالم المثالي)

•           El mundo de los sentidos (العالم الحسي)

 

El mundo del intelecto (العالم العقلي) o la existencia intelectual es el mundo del puro intelecto que está exento de materia e imagen, es el mundo de las categorías angélicas y el mundo más cercano al origen el más antiguo y el más fuerte. Allí se encuentran las realidades o arquetipos de todas las cosas y desciende de allí todas las perfecciones de los seres en sus dos horizontes, el intermedio y el de los sentidos y contiene en el a los dos.

El mundo intermedio (العالم المثالي) o la existencia intermedia es el mundo exento de materia, pero que posee imágenes ideales como las imágenes en la mente humana, (la imaginación, el sueño)

El mundo de los sentidos (العالم الحسي) o existencia de los sentidos es el último de los mundos y está compuesto de materia e imagen. Es el mundo de nuestra existencia, el mundo fenomenológico donde hacemos nuestra realidad y al mismo modo el mundo más denso.

En esta última dimensión aparece la materia, que es la potencia de todas las imagines sin estar en acción. Por ejemplo, un lápiz, un libro o una taza están compuestos de materia, pero no es la materia en sí, la materia es la que posee la potencia de ser lápiz, libro y taza, y estos son en imágenes. La imagen es la que da acción a la materia. La imagen nunca se separa de la materia en absoluto, como la materia tampoco se separa de la imagen, y la realidad de la materia es la prolongación corporal de las cosas materiales. La materia contiene cada una de las imágenes en cada una de sus etapas de desarrollo.

Existe una relación de cada uno de causa y efecto. Habíamos planteado que el mundo del intelecto es el mundo de las categorías angélicas y el mundo más cercano al origen el más antiguo y el más puro de los tres, ya que se encuentran en su interior los arquetipos de todas las cosas y desciende de allí todas las perfecciones de los seres en sus dos horizontes, el intermedio y el de los sentidos, los cuales contiene en sí. El mundo intermedio y de los sentidos son efectos del “mundo aqli” o de intelecto y este es su causa. Encima del mundo del “Aql” está la fuente de todas las fuentes, la causa de todas las causas, es por ello que Dios es la luz.

Visión antropológica de los tres sistemas existenciales

La realidad humana es equivalente a la existencia general (existencia y categorías). El hombre reúne todas las posibilidades existenciales del universo. En esta visión antropológica el hombre se constituye en tres esferas: la esfera  intelectual o cognitiva (العقل) que opera en las funciones de raciocinio y se eleva por encima de las demás esferas (simbolizado por la mente humana ), la esfera intermedia o emocional (المثال) donde operan los sentimientos y las imágenes (simbolizado por el corazón humano) y la esfera de los sentidos (الحس) donde operan los sentidos y la acción humana (simbolizado por los miembros ,brazos y piernas, del ser humano).

Así mismo el hombre en su desarrollo empieza su realidad en el aspecto material y sensitivo (حس)hasta que comienza a elevarse y logra la perfección particular de las imágenes que le permite el poder de la imaginación que son las imágenes particulares del mundo material al ideal o mundo de las imágenes o intermedio (مثال). Luego se sigue elevando hasta el horizonte intelectual, del intelecto (عقل) o la percepción abstracta y comienza a observar los seres abstractos o intelectivos. Las personas según su rigor espiritual obtienen diferentes niveles y capacidades de percepción. En resumen, esta ascensión o arco de ascenso (قوس الصعود) se daría desde la parte más densa u oscura de la existencia hasta la más luminosa.

 En su desarrollo biológico el hombre cumple con esta estructura. El niño en sus etapas de desarrollo, al nacer solo percibe la materia (el reconocimiento de objetos circundantes), luego comienza el desarrollo de las áreas de la imaginación, para después lograr desarrollo en el área de la abstracción, como puede ser el conocimiento matemático.

En el sura Los Bizantinos, aleya 54 el Sagrado Corán dice:

Dios fue el que los creo con debilidad.

 Luego estableció después de la debilidad fuerza.

Luego de la fuerza estableció nuevamente la debilidad.

Dios crea lo que El desea.

Él es el que sabe y puede.

Empieza la existencia del hombre como existencia débil, que se fortalece y se hace más poderosa cada vez a medida que va creciendo hasta la edad de 40 años que es la edad clímax, luego comienza el descenso y se hace más frágil, comienzan a fallar sus fuerzas y resolución. Esto representa los arcos de ascenso y descenso.

El ser humano como realidad existencial que Dios creo se considera el resumen de la esencia de la existencia representada en los tres mundos. Si alguien quisiera conocer la realidad de estos tres mundos, conociendo al hombre la haría pues Dios ha colocado en éste todos los elementos de la existencia. El hombre tiene más recursos de perfección ontológica que cualquier criatura. El ser humano comienza como un ser sensible, que es la parte que comparte con los animales, pero muy rápidamente logra los instrumentos de imagen y luego sale del terreno “mizali” al abstracto.

Por ser el hombre resumen de estas tres dimensiones desde lo ontológico, Dios le otorga a él todo el universo y esto sería la base fundamental de la metafísica. A partir de aquí con esta sabiduría se pueden abordar tópicos desde la filosofía, la sociedad, la ética, la religión y cualquier asunto de la vida.

La sabiduría es un intento de descubrir la realidad de la existencia, sin intentar cambiarla, a través de los diálogos y las interpretaciones. En resumen, la sabiduría (Hikma) es una herramienta del ser humano para entender la realidad de la existencia.

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www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente

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