Súplica para facilitar el parto

Súplica para facilitar el parto

Algunas narraciones nos aconsejan que se escriba la siguiente súplica y se la ate al muslo derecho de la mujer para facilitar el parto y luego del nacimiento del bebé deberá retirarla.

بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمنِ الرَّحيمِ

bismil·lâhi-r rahmâni-r rahîmi,

En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordiosísimo

كَاَنَّهُمْ يَوْمَ يَرَوْنَ ما يُوعَدُونَ لَمْ يَلْبَثُوا اِلاّ ساعَةً مِنْ نَهارٍ

ka’annahum iauma iarauna mâ iû‘adûna, lam ialbazû il·lâ sâ‘atam min nahârin,

...El día que vean aquello que se les había prometido pensarán que no han permanecido en el mundo más que una hora de un solo día... (46:35)

كَاَنَّهُمْ يَوْمَ يَرَوْنَها لَمْ يَلْبَثُوا اِلاّ عَشِيَّةً اَوْ ضُحاها

ka’annahum iauma iaraunahâ, lam ialbazû il·lâ ‘ashîiatan au duhâhâ,

El día que la vean, les parecerá no haber permanecido en el mundo más que una velada o la mañana de la misma., (79:46)

اِذْ قالَتِ اَمْرَاَتُ عِمْرانَ رَبِّ اِنّي نَذَرْتُ لَكَ ما في بَطْني مُحَرَّراً

idh qâlati-mra’atu ‘imrâna, rabbi innî nadhartu laka mâ fî batnî muharrarân,

Acuérdate de cuando la mujer de ‘Imrán dijo: “¡Oh, Señor mío!, por cierto que te he consagrado íntegramente el fruto de mis entrañas,

فَتَقَبَّلْ مِنّي اِنَّكَ اَنْتَ السَّميعُ العَليمُ

fataqabbal minnî, innaka anta-s samî‘u-l ‘alîmu,

¡Acéptamelo!, porque eres Exorable, Sapientísimo”. (3:35)

También es preferible que se reciten las siguientes aleyas en voz alta, en el momento en que la mujer está dando a luz, y para el bebé apenas nazca. (Está demostrado científicamente que las primeras palabras que el niño escucha tendrán un efecto permanente en él).

وَاللَّهُ اَخْرَجَكُمْ مِنْ بُطُونِ اُمَّهاتِكُمْ لاتَعْلَمُونَ شَيْئاً وَ جَعَلَ لَكُمُ السَّمْعَ وَ الاَْبْصارَ وَ الاَْفْئِدَةَ لَعَلَّكُمْ تَشْكُرُونَ

wal·lâhu ajraÿakum mim butûni ummahâtikum, lâ ta‘lamûna shai’aw, wa ÿa‘ala lakumu-s sam‘a wa-l absâra wa-l af’idata, la‘al·lakum tashkurûna,

“Dios os extrajo de las entrañas de vuestras madres desprovistos de entendimiento, os proporcionó el oído, la vista y la mente para que se lo agradecierais. (16:78)

 

Y luego decir:

كَذلِكَ اُخْرُجْ اَيُّها الطِّلْقُ اُخْرُجْ بِاذْنِ اللَّهِ.

kadhâlika-jruÿ aîiuha-t talîqu, ujruÿ bi idhni-l·lâhi,

 “Pues sal, oh traído al mundo, sal con la anuencia de Dios”.

Y recitar la siguiente aleya cuando el bebé nazca.

أَفَحَسِبْتُمْ أَنَّمَا خَلَقْنَاكُمْ عَبَثًا وَأَنَّكُمْ إِلَيْنَا لا تُرْجَعُونَ

afahasibtum annamâ jalaqnâkum ‘abazaw, wa annakum ilainâ lâ turÿa‘ûna,

“¿Pensáis que os hemos creado en vano y que jamás seréis retornados a nosotros?” (23:115)

 

Fuente: Las Llaves del Paraíso (Súplicas, Letanías y Salutaciones) (Selección de Mafâtîh Al-Ÿinân), Editorial Elhame Shargh

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